EL CIRCO DE LA MARIPOSA

 

“EL CIRCO DE LA MARIPOSA”

 

Al mirar el corto “El circo de la mariposa”, en principio se me viene a la mente la influencia que tenemos las personas con nuestros pares, ya sean pareja, hijos, familiares, compañeros de trabajo, o simples personas que tal vez que no conocemos, pero que con una mirada o simple palabra podemos decir todo. En el corto, se ve claramente la influencia negativa que tienen las burlas, el encasillamiento, la discriminación y la falta de respeto entre otras actitudes, y como las mismas influyen en la persona que las recibe haciéndolas propias, creyendo en todo eso que le dicen. Por otro lado, se puede observar la influencia de una mirada positiva y palabras de aliento, esas que entran en la cabeza e inmediatamente con ellas nacen la esperanza, entra la luz, y pueden cambiar vidas.

Me resulta muy emocionante los cambios que se ven en las personas, se puede observar como han sanado sus cicatrices, logrando seguir adelante, convirtiéndose en lo que estaban llamados a ser, transformándose en inspiración para otros.

También observo que más allá de las miradas o los tratos que hemos tenido, el salir adelante va a depender absolutamente de uno mismo. Aquí, la voluntad, la confianza, la madurez y el amor propio juegan un rol fundamental. Es esencial que uno mismo crea, sienta y se proponga que puede llegar más lejos, que puede salir adelante. Sin dudas, el trabajo más difícil es caer en la cuenta lo que somos capaces de hacer y de sentir, ya que la influencia de los otros esta tan encarnada, que a veces resulta difícil encontrar algo bueno.

Por último, me gustaría reflexionar acerca de lo que represento este seminario para mí. Realmente ingresó a lo más profundo de mi ser. Hace varios años trabajo sobre las heridas profundas, dolorosas que me han marcado, y que jamás pensé que podrían salir a la luz. Aprendí que el silencio también es dolor, oscuridad y miedo. No fue fácil embarcarme en ese camino de sanación. No lo podía ver, no lo podía hablar, no lo podía llorar. Hasta que mi cuerpo, mente y alma hablaron, pedí ayuda, y comencé esa transformación de la que tanto se habló en este seminario, y en el que un poco reviví todo ese proceso tan duro, tan difícil, pero a la vez tan sanador y enriquecedor, tanto para mí, como para mis seres amados. Considero que todas las herramientas y recursos brindados en este seminario, son de gran valor para la vida de cada uno de los participantes de este, y para ejercer en esta bella profesión el día de mañana.

Agradezco inmensamente la posibilidad de poder expresarme, algo que realmente me cuesta mucho, las participaciones de mis compañeros, de las cuales aprendí y me emocioné mucho, la calidez de las profesoras en el aula virtual, así como en las maravillosas experiencias de las que participamos. También agradezco la posibilidad de seguir aprendiendo, creciendo y fortaleciéndome.

Por eso el final de mi reflexión es un inmenso ¡¡¡GRACIAS!!!



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